Nueve signos de que eres el elegido
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La fuerza de tu luz interior no reside en conocer todas las respuestas de antemano, sino en sentir que ese momento o esa decision es clave. El universo trabaja a traves de ti, a traves de tu percepcion. Los elegidos, como tu, tienen la capacidad de captar los pequenos cambios en el flujo de la vida. Esta habilidad no es algo mistico, es parte de tu naturaleza.
La historia de Masha: Vida en la niebla y despertar a traves de las senales
Masha se caso creyendo que lo hacia por amor. Su esposo, Andrei, era fuerte, decidido, siempre sabia lo que queria y tenia la capacidad de ganar dinero. Masha, en cambio, era suave, con una delicada estructura emocional, siempre amaba leer libros y sonaba con escribir sus propias historias algun dia. Sin embargo, despues de la boda, sus suenos comenzaron a desvanecerse, relegados a un segundo plano por las obligaciones que Andrei parecia dar por sentadas.
Cada manana, Masha seguia la misma rutina. Se levantaba antes que su esposo, tratando de no despertarlo, y se dirigia a la cocina para preparar el desayuno: una tortilla con verduras, sandwiches y una taza de cafe fuerte. Andrei era un hombre de habitos; su desayuno debia estar servido puntualmente a las siete de la manana. Si algo no salia como debia, si Masha llegaba a tardarse unos minutos, el se irritaba. Para el, el dia empezaba con control, y parecia que la vida de Masha giraba en torno a su comodidad.
Despues del desayuno, Masha se dedicaba a las tareas del hogar: barrer, fregar los suelos, asegurarse de que todo estuviera en su lugar. A veces, tenia unos minutos para mirarse en el espejo: una mujer agotada, algo cansada, con una mirada que habia perdido su brillo. Su vida parecia estar planeada minuto a minuto, y en ese ritmo no habia espacio para sus propios suenos, para sus deseos de escribir.
Despues de desayunar, Masha se dirigia a su trabajo en una pequena oficina, desempenandose como asistente de contabilidad en una empresa modesta. El trabajo era monotono: papeles, informes, numeros. Nada de esto se acercaba a lo que realmente deseaba hacer con su vida. De nina, Masha sonaba con ser escritora, con contar historias que pudieran inspirar a otros. Sin embargo, esos suenos parecian haberse perdido en la niebla de la rutina diaria.
Con frecuencia, Masha se encontraba pensando que algo no iba bien en su vida, pero trataba de no darle demasiadas vueltas. “?Quien me necesita?” se preguntaba. “Tuve suerte de conocer a un hombre como Andrei. No todas las mujeres encuentran a un buen marido. Debo aferrarme a el y hacer todo lo posible para complacerlo. ?Que hare si me deja? ?A quien le importaria yo entonces?”
No tenian hijos, y eso tambien era motivo de inquietud para Masha. Ella siempre habia querido ser madre, pero Andrei tenia una vision diferente. Para el, la vida sin hijos era mas comoda y menos complicada. En un momento dado, le dejo claro su postura:
– ?Para que necesitamos un hijo, Masha? Estamos bien asi. Ademas, me gusta que seas solo mia. No quiero compartirte con nadie, ni siquiera con un hijo nuestro.
Estas palabras perforaron su alma, dejando una cicatriz profunda. Masha se sintio devastada, pero, como de costumbre, no dijo nada. Habia aprendido a reprimir sus propios deseos en aras de mantener la paz en el hogar, aunque algo dentro de ella comenzaba a romperse. Andrei, con su naturaleza dominante, nunca la habia maltratado fisicamente, pero Masha sentia su poder en cada aspecto de su relacion: en sus exigencias, en su necesidad de controlar cada detalle de sus vidas.
Por las tardes, cuando Andrei llegaba a casa, esperaba que la cena ya estuviera lista. Si algo no salia como el esperaba, su descontento se hacia evidente:
– Masha, ?que has estado haciendo todo el dia? Yo trabajo de sol a sol y ni siquiera has tenido tiempo de preparar la cena.
– Lo intente, pero no me dio tiempo, tenia muchas cosas por hacer… – trataba de justificarse ella, aunque sentia dentro de si una resistencia creciente.
– ?Que cosas? Solo te pasas el dia en la oficina moviendo papeles. No es tan dificil. Yo soy el que de verdad se desloma trabajando. Tu deberias apoyarme, no anadirme mas estres.
Estas conversaciones se repetian cada vez con mas frecuencia. Andrei no entendia que Masha era profundamente infeliz. El estaba satisfecho con su vida, pensaba que todo iba como debia ir, y no prestaba atencion a lo que ocurria dentro de su esposa. Mientras tanto, Masha seguia viviendo, como si fuera por inercia, atrapada en una rutina de la que no podia salir. Su vida se sentia como un sueno en el que cumplia con sus responsabilidades, pero sin sentirse verdaderamente viva.
A veces, sentada en la cocina con una taza de te, Masha pensaba en como, anos atras, habia sonado con una vida diferente. Recordaba como de joven estaba llena de energia y suenos, deseando convertirse en escritora y crear algo significativo. Pero cada vez que esos pensamientos volvian a su mente, la voz de Andrei resonaba en su cabeza:
– ?Escritora? ?Que tonteria! Ocupate de cosas reales. La vida no es para fantasias, Masha.
Estas palabras aplastaban sus aspiraciones, ahogaban su voz interior. Masha se sentia acorralada, como si viviera en una jaula, donde sus suenos eran inalcanzables y su verdadero yo no era mas que una sombra de lo que alguna vez pudo haber sido.
Pero los pensamientos mas inquietantes la asaltaban por la noche. En sus suenos aparecian imagenes extranas. Sentia dentro de ella un potencial brillante, como una chispa de vida, pero no lograba entender como canalizar esa energia. Asi seguia, moviendose por inercia, cumpliendo con las tareas diarias sin poder encontrar su verdadero proposito.
Una noche, Masha sono que se encontraba en un largo pasillo, iluminado por una luz tenue. Al final del corredor habia una puerta, detras de la cual se encontraba algo importante. Sin embargo, cada vez que intentaba acercarse, la puerta desaparecia. Masha se despertaba en medio de la noche, banada en sudor frio, pero siempre se repetia que solo era un sueno. Se esforzaba por no pensar en la posibilidad de que estos suenos fueran senales, mensajes de su alma que intentaba decirle algo.
No obstante, por mas que intentaba ignorar esos suenos, la sensacion interna de insatisfaccion y ansiedad continuaba creciendo. Cada vez mas, se daba cuenta de que su vida pasaba sin que ella fuera realmente consciente de ello, perdiendose a si misma en la rutina diaria. Pero incluso entonces, el miedo a quedarse sola, abandonada y sin rumbo, le impedia dar el primer paso hacia un cambio.
Una noche, Masha tuvo un sueno que la hizo replantearse su vida de manera mas seria. En el sueno, se encontraba en una habitacion con las ventanas cerradas. Habia personas alrededor, pero sus rostros eran indistinguibles, y nadie prestaba atencion a su presencia. Ella gritaba, intentaba escapar de esa oscuridad, pero nadie la escuchaba. De repente, aparecio una luz en la esquina de la habitacion, y una voz le susurro: "Es hora de despertar. Esta no es tu vida."
?De verdad crees en esas cosas?